Aquella Estrella.

“La noche supera las expectativas” dijo él justo después de haberla invitado a sentarse en el césped, allí estaban los dos, acostados, mirando al cielo, mirando la luna, quizá también las estrellas, el ambiente era tan perfecto que podría haberse hecho un buen film romántico con tan perfecta escena, había un silencio perfectamente melódico, ese silencio que no es incomodo sino que más bien es perfecto, allí se encontraban él y ella, dos sujetos admirando la belleza de aquella noche, esperando que ocurriera lo que debía ocurrir.

Él: Sonríe si te parece perfecto todo esto.

Ella: *Sonriendo* Claro que es perfecto.

Él: ¿No te parece que las estrellas son bellas esta noche?.

Ella: Si, esta noche las estrellas están hermosas.

Él: ¿Cómo una película romántica?.

Ella: ¿Cómo una película romántica que?.

Él: *Se le acerca, sus labios se acercan a aproximadamente a 1cm de los de ella* Que si esto debe continuar como una película romántica.

Ella: De ser así, ¿Qué viene luego de esto?.

Él: Esto…

El la besa, ¿han visto la pasión que pueden llegar a transmitir las escenas así en las películas?, bueno ellos podían transmitir esa pasión, se sentía en el ambiente, eran dos cuerpos perfectamente coordinados, perfectamente conectados, llámese química o física, ellos llegaban a un nivel máximo de pasión.

Luego de terminar, él y ella se miraban fijamente, no mencionare sus nombres pues un acto asi es preferible que se mantenga en anonimato, luego de varios minutos en silencio, por fin se dijeron algunas palabras.

El: ¿Te gustan las estrellas? *Mientras miraba el cielo*

Ella: Claro, siempre he creído que ellas tienen cierto poder mágico *sonriendo*

El: ¿Magia?, lo único mágico es que estén todas las noches allí para que uno las observe, y poder admirar tanta belleza.

Ella: Tienes toda la razón.

El: Pero no te pongas celosa, sabes que para mi eres la mujer más hermosa, que las estrellas se tienen que poner a tus pies para admirar tu belleza.

Ella: No eran celos. *Sonreía*

El: ¿Ves aquella estrella?.

Se refería a una estrella que brillaba más que las demás.

Ella: Si puedo verla.

Él: No te regalare la Luna, pero quiero que esa estrella sea de nosotros.

Ella: ¿Hablas en serio? *Sonrojada*

Él: Claro, quiero que esa estrella sea nuestra, que cuando la miremos nos acordemos el uno del otro, que esa estrella sea símbolo de nuestra pasión.

Ella: Por supuesto *Sonreía de manera coqueta*.

Pasaron la noche allí y al siguiente día volvieron a casa.
Pasados unos días desde aquella noche, a él le llega la noticia de que debía viajar a otra ciudad debido a labores del trabajo, aun no estaba decidido a irse pues debía estar alejado de ella por mucho tiempo.

Ella: No quiero que te vayas.

Él: Yo tampoco quiero irme, pero esto nos conviene.

Ella: Prefiero morir de hambre a morir por falta de tu amor.

Él: Lo sé, y yo también, pero esta es la oportunidad por la que trabaje tanto tiempo.

Ella: Júrame que nada cambiara.

Él: Lo juro, no me estoy separando de ti para siempre, será por unos meses.

Despues de tanto empacar de prepararse para su partida, recuerda aquella noche, recuerda aquella estrella y antes de salir y cerrar la puerta.

El: Tengo la solución.

Ella: ¿Te quedaras?.

El: No, pero ¿recuerdas la estrella aquella noche?.

Ella: Si *Con lagrimas en los ojos*

El: Bueno, que sea tu compañía mientras yo no este, cada noche la estare viendo y asi podre verte, porque estaremos viendo la misma estrella.

Ella: Bueno *Se despiden con un gran beso*.

Exactamente 2 horas después, ella recibe una llamada.

Ella: Hola…

Buenas tardes llamo para preguntar si usted es la esposa de *dice el nombre de el*.

Ella: Si *Con tono preocupado*

Llamo para decirle que el avión donde iba su esposo sufrió un accidente, su esposo ha fallecido y…

Ella: *En shock cuelga el teléfono*.

Lo último que supe, es que ella se sienta todas las noches en su balcón a admirar aquella estrella, ella dice que él jamás la va a dejar, que mirando aquella estrella logra verlo a él, supongo que algunas promesas se mantienen y que las estrellas si tienen su magia.