Mentiras,
engaños, falsedad, excusas, la vida se ha vuelto una simple rutina en donde
mentir es lo más usual en este sistema que nos empaña de prejuicios y de
patrones de conducta monótonos que no hacen más que trastocar y transformar la
realidad para un bien común.
En una
sociedad donde la mentira es dueña de las conversaciones y la verdad se esconde
tras cortinas esperando ese llamado para salir, no nos queda más que ser parte
del juego codicioso en el que ninguna de las partes se beneficia, pero esperen;
si todos somos unos mentirosos
compulsivos y ninguno cae en cuenta de lo que hace ¿Qué sucedió con eso de la amistad, el respeto, la solidaridad y entre
tantos valores significativos para la convivencia entre las personas?, ¿Se
perdieron?, ¿O es que el mapa que les dieron no era el correcto?
Pues no, lo
que sucedió es que esos valores fueron reemplazados, Amistad y Solidaridad
fueron sustituidas por Hipocresía y Falsedad, entonces es donde vemos que el
problema radica en nosotros mismos.
Es común
ver a la gente quejarse de esto, quejarse de sus “Falsos Amigos”, quejarse de
las mentiras, quejarse de todo, pero pocos se toman la molestia de ser un
amigo, prefieren ser otro jugador más de este juego dañino para la armonía
entre personas.
“Lo que
muchos no saben es que si se quiere un cambio significativo se debe empezar por
cambios menores, pues los pequeños detalles logran grandes obras”
Kristtian Colina – “Una verdad con apariencia de mentira”.