viernes, 25 de noviembre de 2011

Una verdad con apariencia de mentira.


Mentiras, engaños, falsedad, excusas, la vida se ha vuelto una simple rutina en donde mentir es lo más usual en este sistema que nos empaña de prejuicios y de patrones de conducta monótonos que no hacen más que trastocar y transformar la realidad para un bien común.

En una sociedad donde la mentira es dueña de las conversaciones y la verdad se esconde tras cortinas esperando ese llamado para salir, no nos queda más que ser parte del juego codicioso en el que ninguna de las partes se beneficia, pero esperen; si todos somos unos mentirosos compulsivos y ninguno cae en cuenta de lo que hace ¿Qué sucedió con eso de la amistad, el respeto, la solidaridad y entre tantos valores significativos para la convivencia entre las personas?, ¿Se perdieron?, ¿O es que el mapa que les dieron no era el correcto?




Pues no, lo que sucedió es que esos valores fueron reemplazados, Amistad y Solidaridad fueron sustituidas por Hipocresía y Falsedad, entonces es donde vemos que el problema radica en nosotros mismos.
Es común ver a la gente quejarse de esto, quejarse de sus “Falsos Amigos”, quejarse de las mentiras, quejarse de todo, pero pocos se toman la molestia de ser un amigo, prefieren ser otro jugador más de este juego dañino para la armonía entre personas.



“Lo que muchos no saben es que si se quiere un cambio significativo se debe empezar por cambios menores, pues los pequeños detalles logran grandes obras”
Kristtian Colina – “Una verdad con apariencia de mentira”.

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